A medida que la Luna se acerca a la Tierra durante su fase de perigeo, su atracción gravitacional sobre la Tierra se vuelve más fuerte. Este aumento de la fuerza gravitacional puede tener varios efectos:
1. Variaciones de las mareas :La atracción gravitacional más fuerte durante el perigeo provoca mareas más altas en la Tierra. Las fuerzas gravitacionales de la Luna y el Sol se combinan para crear mareas, y el aumento de la atracción gravitacional lunar durante el perigeo da como resultado lo que se conoce como "mareas vivas". Las mareas vivas se caracterizan por mareas altas más altas y mareas bajas más bajas en comparación con cuando la Luna no está en perigeo.
2. Efectos geofísicos :El aumento de la fuerza gravitacional de la Luna durante el perigeo también puede afectar la superficie sólida de la Tierra. Esta fuerza gravitacional puede provocar pequeñas deformaciones o "tensiones" en la corteza terrestre, provocando cambios sutiles en la forma y el comportamiento del fondo terrestre y oceánico.
3. Corrientes oceánicas y niveles del mar :La mayor atracción gravitacional durante el perigeo puede influir en las corrientes oceánicas y los niveles del mar. El aumento de la gravedad lunar puede afectar los patrones de circulación de las corrientes oceánicas y contribuir a fluctuaciones menores en los niveles del mar, particularmente en las zonas costeras.
4. Impacto en la mecánica celeste :Desde una perspectiva astronómica, la atracción gravitacional ejercida por la Luna durante el perigeo puede perturbar las órbitas de otros objetos celestes, como satélites y asteroides que se encuentran muy cerca del sistema Tierra-Luna.
Sin embargo, es importante señalar que si bien la atracción gravitacional de la Luna varía durante su órbita, estas variaciones son relativamente pequeñas y no tienen consecuencias significativas o inmediatas para la vida en la Tierra. El impacto general del perigeo sobre la atracción gravitacional de la Tierra es modesto en comparación con la influencia más dominante de la gravedad del Sol y la propia rotación y el campo gravitacional de la Tierra.