La longitud de onda de un horno microondas suele ser de unos 12,24 centímetros (4,8 pulgadas), lo que corresponde a una frecuencia de 2,45 gigahercios (GHz). Esta es la longitud de onda que se utiliza más comúnmente en los hornos microondas porque puede penetrar los alimentos sin ser absorbida por las moléculas de agua. Esto permite calentar los alimentos de forma rápida y uniforme.
Otros aparatos que utilizan microondas incluyen sistemas de radar, comunicaciones por satélite y dispositivos de imágenes médicas.