Los objetos caen al mismo ritmo independientemente de su masa. Ésta fue la conclusión de uno de los numerosos experimentos de Galileo Galilei. Este hecho también fue teorizado por Aristóteles, pero Galileo organizó un experimento controlado para probar esta teoría. Cuenta la famosa historia que Galileo dejó caer bolas de diferentes pesos desde lo alto de la Torre Inclinada de Pisa. Aunque no hay pruebas concretas de que realmente realizara este experimento, sí replicó este evento con bolas rodando por una rampa. Encontró que las pelotas rodaban la misma distancia en el mismo tiempo, independientemente del peso de las pelotas. Esto se debe a que la masa no afecta la aceleración de un objeto debida a la gravedad. Esta idea está plasmada en la segunda ley del movimiento de Newton:
$$ F =ma $$
En esta ecuación, \( F \) es fuerza, \( m \) es masa y \( a \) es aceleración. La aceleración debida a la gravedad es aproximadamente \( 9,8 m/s^2 \) cerca de la superficie de la Tierra y se denota como \( g \). Si consideramos la fuerza debida a la gravedad, obtenemos lo siguiente:
$$ F_g =mg$$
Entonces la aceleración debida a la gravedad es:
$$ a =\frac{F_g}{m} =\frac{mg}{m} =g$$
Esta ecuación muestra que la aceleración debida a la gravedad es independiente de la masa, lo que significa que objetos con diferentes masas deberían acelerar al mismo ritmo.