La fuerza que experimenta el vehículo está determinada por el impulso, que es el producto de la masa del vehículo por el cambio en su velocidad. En una colisión, el cambio de velocidad es el mismo ya sea que el vehículo rebote o se deforme, por lo que el impulso es el mismo. Por tanto, la fuerza que experimenta el vehículo es la misma en ambos casos.