Por ejemplo, un sonido con una frecuencia de 100 Hz se percibiría como un sonido muy grave, mientras que un sonido con una frecuencia de 10.000 Hz se percibiría como un sonido muy agudo. Generalmente se considera que el rango de audición humana está entre 20 Hz y 20 000 Hz, aunque algunas personas pueden escuchar sonidos fuera de este rango.
Además de la frecuencia, la velocidad del sonido también se ve afectada por el medio por el que viaja. Las ondas sonoras viajan más rápido en medios más densos, como sólidos y líquidos, que en medios menos densos, como los gases. Esta es la razón por la que el sonido viaja más rápido bajo el agua que en el aire.