La velocidad también es una cantidad derivada porque se define como la tasa de cambio de posición. Se deriva de las cantidades fundamentales de longitud y tiempo. Para calcular la velocidad de un objeto, por ejemplo, necesitamos dividir la distancia que recorre por el tiempo que tarda en recorrer esa distancia. Tanto la distancia como el tiempo son cantidades fundamentales, por lo que la velocidad es una cantidad derivada.