La velocidad de una bala de cañón depende de varios factores, incluido el tipo de cañón, la cantidad de pólvora utilizada y la masa de la bala de cañón. En general, las balas disparadas con cañones grandes pueden alcanzar velocidades de varios cientos de metros por segundo, mientras que las disparadas con cañones más pequeños pueden viajar a velocidades de unos pocos cientos de kilómetros por hora.