* Atracción y Repulsión: Acerque dos imanes entre sí. Si se atraen entre sí, los polos opuestos de los imanes están enfrentados. Si se repelen, los mismos polos de los imanes están enfrentados.
* Líneas de campo magnético: Coloque una pequeña brújula cerca de un imán. Observe el movimiento de la aguja de la brújula. La aguja de la brújula se alinea a lo largo de las líneas del campo magnético creadas por el imán. Esto indica la presencia de una fuerza magnética alrededor del imán.
* Levitación Magnética: Suspenda un imán fuerte sobre una superficie plana y no magnética, como un trozo de espuma de poliestireno o cartón. El imán permanecerá suspendido en el aire debido a la fuerza magnética entre el imán y el campo magnético inducido en el material no magnético.
* Inducción Magnética: Sostenga un trozo de metal ferroso, como hierro, cerca de un imán. El metal se magnetizará y atraerá otras piezas de metal ferroso. Esto se debe a que la fuerza magnética del imán induce un campo magnético en el metal, convirtiéndolo en un imán temporal.
* Histéresis magnética: Magnetice una pieza de material ferromagnético, como el hierro, con un imán potente. Retire el imán fuerte y observe que el trozo de hierro conserva algunas de sus propiedades magnéticas. Esto se llama histéresis magnética y demuestra la influencia de una fuerza magnética en la alineación de los dominios magnéticos dentro del material.
Al observar estos comportamientos e interacciones, como la atracción, la repulsión y las líneas del campo magnético, se hace evidente la presencia de una fuerza magnética entre los imanes. Estas fuerzas son fundamentales para diversas aplicaciones, incluidos motores, generadores, brújulas y sistemas de levitación magnética, entre otros.