La radiación infrarroja de longitud de onda media, también conocida como IR medio, tiene energía intermedia y puede penetrar ciertos materiales, incluidos algunos plásticos, vidrio y solventes orgánicos. Estos rayos encuentran aplicaciones en diversos campos, como la espectroscopia y la obtención de imágenes médicas.
Por el contrario, los rayos infrarrojos de longitud de onda corta o los rayos infrarrojos lejanos tienen mayor energía y un mayor poder de penetración. Pueden atravesar muchos materiales, incluidos metales, semiconductores y la mayoría de sustancias no metálicas. Estos rayos infrarrojos de alta energía se utilizan comúnmente en aplicaciones militares y de seguridad, como sistemas de visión nocturna y de imágenes térmicas, así como en procesos industriales como análisis de materiales y pruebas no destructivas.
Sin embargo, cabe señalar que el poder de penetración de los rayos infrarrojos sigue siendo limitado en comparación con otros tipos de radiación electromagnética como los rayos X o los rayos gamma. Los rayos infrarrojos pueden ser absorbidos, reflejados o dispersados por diversos materiales, y su profundidad de penetración depende de factores como la longitud de onda, la composición y densidad del material y el espesor del material.