Un ejemplo de aceleración cero sería un objeto en reposo (que no se mueve) o un objeto que se mueve con velocidad constante (rapidez y dirección). En ambos casos, la aceleración es cero ya que no hay cambio de velocidad. Por ejemplo, si un automóvil se detiene en un semáforo en rojo, su aceleración es cero. De manera similar, si un automóvil circula por una carretera recta a velocidad constante, su aceleración también es cero.