1. Asfixia :La inhalación de grandes cantidades de gas helio puede provocar asfixia al desplazar el oxígeno de los pulmones. Esto es especialmente peligroso en espacios cerrados o cuando se utiliza helio en altas concentraciones, como durante fiestas o bromas.
2. Enfriamiento rápido :El gas helio que se expande rápidamente puede provocar un enfriamiento rápido, lo que podría provocar congelación u otras lesiones por frío. Esto puede ocurrir cuando el helio se libera de contenedores a alta presión o cuando entra en contacto con superficies extremadamente frías.
3. Daño auditivo :Cuando se libera a altas presiones, el helio puede generar ruidos fuertes y perturbadores. La exposición prolongada a estos sonidos puede causar pérdida o daño auditivo.
4. Falla del equipo :El helio tiene una baja densidad y una alta conductividad térmica, lo que puede afectar el rendimiento de ciertos instrumentos o equipos. Por ejemplo, puede provocar fugas en sellos y juntas o alterar la precisión de los sensores a base de gas.
5. Peligros de alta presión :El gas helio comprimido se almacena en recipientes de alta presión, que presentan riesgos como explosiones, rupturas o fugas si no se manipulan adecuadamente. Es necesaria una formación adecuada y precauciones de seguridad cuando se trabaja con sistemas de helio de alta presión.
6. Accidentes con globos :Los globos llenos de helio pueden volar y viajar largas distancias, lo que plantea riesgos para la aviación y la vida silvestre. Si los globos no se desechan adecuadamente, también pueden contribuir a la contaminación ambiental.
Es importante enfatizar que estos peligros se pueden evitar en gran medida si se siguen las pautas de seguridad y los procedimientos de manipulación adecuados cuando se utiliza gas helio. En la mayoría de las aplicaciones prácticas, el helio es un elemento seguro y ampliamente utilizado, particularmente con fines médicos, industriales y científicos.