La primera teoría atómica fue propuesta por el filósofo griego Demócrito en el siglo V a.C. Demócrito propuso que toda la materia estaba formada por partículas pequeñas e indivisibles a las que llamó "átomos". Creía que estos átomos estaban en constante movimiento y que chocaban entre sí para crear el mundo que vemos a nuestro alrededor.
La teoría atómica de Demócrito no fue ampliamente aceptada en ese momento, pero sentó las bases de la teoría atómica moderna. En el siglo XIX, los científicos comenzaron a experimentar con la electricidad y el magnetismo y descubrieron que la materia no era tan sólida como parecía. Descubrieron que los átomos podían dividirse y que contenían partículas aún más pequeñas, como electrones, protones y neutrones.
La teoría atómica moderna se basa en el trabajo de muchos científicos, incluidos John Dalton, Joseph John Thomson, Ernest Rutherford y Niels Bohr. Dalton propuso que todos los átomos de un elemento dado tienen la misma masa y propiedades, y que los átomos de diferentes elementos tienen diferentes masas y propiedades. Thomson descubrió que los átomos contienen electrones, que son partículas cargadas negativamente. Rutherford descubrió que los átomos tienen un núcleo que contiene protones y neutrones. Bohr propuso que los electrones orbitan alrededor del núcleo en niveles de energía fijos.
La teoría atómica moderna es una teoría muy exitosa que se ha utilizado para explicar una amplia variedad de fenómenos, incluida la estructura de la materia, el comportamiento de los gases y las reacciones químicas entre diferentes elementos. También ha llevado al desarrollo de nuevas tecnologías, como la energía nuclear y la medicina nuclear.