Si bien Hawk-Eye es un sistema tecnológico de línea de gol de alta precisión, no es infalible y ha habido casos en los que no determinó correctamente si el balón cruzó la línea de gol o no. Por ejemplo, en el partido de la Liga de Campeones de la UEFA de 2013 entre Bayer Leverkusen y Paris Saint-Germain, el árbitro asistente dictaminó inicialmente que un gol de Javier Hernández no cruzó la línea, ya que Hawk-Eye no aportó una resolución suficiente para determinar de manera concluyente. Sin embargo, un análisis más detallado mostró que el árbitro asistente se equivocó y finalmente se concedió el gol. Si bien estas situaciones son excepcionales, aún plantean preocupaciones sobre la confiabilidad del ojo de halcón como herramienta definitiva en el arbitraje de fútbol. Es crucial que los sistemas de tecnología del fútbol proporcionen constantemente evaluaciones exactas y precisas durante los partidos para evitar momentos controvertidos y garantizar resultados justos.