Si bien esta afirmación es ampliamente aceptada, los científicos no han estudiado explícitamente ni han llegado a conclusiones concluyentes sobre las razones específicas por las que puede ser particularmente difícil aplastar moscas. La mayoría de las investigaciones relacionadas con las moscas se centran en su comportamiento, fisiología, genética e impacto en la salud pública, en lugar de investigar directamente la dificultad de aplastarlas.