1. Antes del terremoto:
- Antes de que ocurra un terremoto, las rocas a ambos lados de la falla se unen debido a la fricción estática. Este alto nivel de fricción evita cualquier movimiento o deslizamiento significativo a lo largo de la falla.
2. Iniciación del terremoto:
- Cuando la tensión acumulada sobre la falla excede la fricción estática, la falla comienza a deslizarse. Este deslizamiento inicia la ruptura del terremoto.
3. Debilitamiento dinámico:
- A medida que la ruptura se propaga a lo largo de la falla, la fricción entre las rocas disminuye rápidamente. Este fenómeno, conocido como debilitamiento dinámico, es causado por varios mecanismos, tales como:
- Ablandamiento Térmico: El intenso calentamiento cortante generado por el rápido deslizamiento de las rocas hace que la zona de la falla se caliente y se debilite.
- Calentamiento instantáneo: Las altas temperaturas pueden hacer que las asperezas (irregularidades) en la superficie de la falla se derritan, lo que reduce la fricción y permite un deslizamiento más suave.
- Daños y Pulverización: El movimiento violento durante un terremoto puede dañar y pulverizar la superficie de la falla, creando partículas finas que actúan como lubricantes y reduciendo aún más la fricción.
4. Fricción máxima:
- En algún momento durante la ruptura del terremoto, el proceso de debilitamiento dinámico llega a su límite y la fricción comienza a aumentar nuevamente. Esto ocurre cuando las rocas han sido suficientemente debilitadas y dañadas. La fricción máxima alcanzada durante esta etapa se conoce como fricción máxima.
5. Suavizamiento post-pico:
- Después de alcanzar el pico de fricción, la fricción comienza a disminuir nuevamente a medida que las rocas continúan deslizándose unas sobre otras. Esta fase de ablandamiento posterior al pico también está influenciada por procesos térmicos y mecánicos similares al debilitamiento dinámico.
6. Fricción residual:
- La fricción eventualmente se estabiliza en un nivel más bajo, conocido como fricción residual. En esta etapa, la ruptura del terremoto se ralentiza y finalmente se detiene.
La evolución de la fricción durante un terremoto afecta significativamente los movimientos del suelo experimentados en la superficie. La alta fricción generalmente da como resultado velocidades de deslizamiento más bajas y desplazamientos más pequeños, mientras que la fricción baja puede provocar un deslizamiento más rápido y una sacudida del suelo más significativa. Comprender el comportamiento de la fricción es vital para evaluar los riesgos sísmicos, predecir los movimientos del suelo y diseñar estructuras resistentes a los terremotos.