Cuando la presión se vuelve demasiado grande, la tapa de la alcantarilla se empuja hacia arriba, lo que a menudo la hace volar por los aires. La fuerza de la explosión también puede provocar que fragmentos de la tapa de alcantarilla sean lanzados a gran velocidad, creando una situación peligrosa para cualquiera que se encuentre en las proximidades.
La explosión de las alcantarillas puede provocar lesiones graves, como traumatismos craneoencefálicos, fracturas de huesos y laceraciones. Es importante ser consciente de la posibilidad de que exploten las alcantarillas, especialmente durante períodos de fuertes lluvias o deshielo, y evitar caminar cerca de rejillas de alcantarillado o alcantarillas. Si ve una boca de alcantarilla que parece estar abultada o elevada, es importante informarlo a las autoridades correspondientes de inmediato.