La temporada de invierno tiene su propia cuota de peleas con bolas de nieve y aceras heladas, pero hay un tipo diferente de frío que ha intrigado tanto a los nerds de la ciencia como a los entusiastas de Halloween:el hielo seco. ¿Alguna vez te has preguntado acerca de las escalofriantes consecuencias de tocar este sólido refrescante? Aquí están los hechos helados detrás de la quema de hielo seco y lo que significa para tu piel.
El hielo seco es la forma sólida del dióxido de carbono. A diferencia de los cubitos de hielo normales que enfrían la limonada, este hielo tiene un truco de fiesta bajo la manga:la sublimación. Esto significa que no se derrite formando un charco; en cambio, se transforma directamente en gas dióxido de carbono.
Ahora, por mucho que amemos sus características mágicas, un bloque de hielo seco tiene una temperatura superficial extremadamente fría de menos 109,3 grados Fahrenheit (menos 78,5 grados Celsius). Eso es mucho más frío que el helado almacenado en el congelador.
La sensación de tocar hielo seco es similar a agarrar el mango de una olla caliente sin un guante de cocina. Un toque breve puede dejarte con la piel enrojecida, pero ¿un contacto prolongado? Ahí es donde se produce la quemadura por hielo.
Estas no son las típicas quemaduras por calor sino por frío extremo. El hielo seco congela las células de la piel, provocando una lesión similar a una quemadura por calor.
Cuando tocas hielo seco, las temperaturas bajo cero contraen los vasos sanguíneos, lo que reduce el flujo sanguíneo al área afectada. Esta falta de sangre puede causar daños tisulares graves, lo que lleva a una afección que comúnmente conocemos como congelación.
Los síntomas de una quemadura por hielo incluyen piel cerosa, malestar y cambio en el color de la piel.
Cuando maneje esta sustancia helada, manipule siempre el hielo seco con cuidado para evitar quemaduras por hielo. Utilice guantes gruesos y evite el contacto directo con la piel desnuda.
Recuerda, ¡es mejor prevenir que curar cuando bailas con esta fría pareja!
Es fundamental tratar la zona quemada con prontitud.
Comience remojando el área afectada en agua tibia durante unos 10 minutos. Evite el agua caliente, ya que puede causar más daño a los tejidos ya dañados.
Aplique aloe vera para un alivio refrescante y mantenga el área limpia para prevenir infecciones. Si ve ampollas o experimenta un dolor intenso, es hora de buscar atención médica.
Este artículo fue actualizado junto con tecnología de inteligencia artificial, luego verificado y editado por un editor de HowStuffWorks.