Investigadores de la UQ han descubierto una 'receta' que permite que los interruptores moleculares funcionen a temperatura ambiente. Crédito:Universidad de Queensland
Los científicos de la Universidad de Queensland han resuelto un problema que ha frustrado a los químicos y físicos durante años, lo que podría conducir a una nueva era de tecnologías poderosas, eficientes y respetuosas con el medio ambiente.
Utilizando la mecánica cuántica, el profesor Ben Powell de la Facultad de Matemáticas y Física de la UQ ha descubierto una "receta" que permite que los interruptores moleculares funcionen a temperatura ambiente.
"Los interruptores son materiales que pueden cambiar entre dos o más estados, como encendido y apagado o 0 y 1, y son la base de todas las tecnologías digitales", dijo el profesor Powell. "Este descubrimiento allana el camino para tecnologías más pequeñas, potentes y energéticamente eficientes. Es de esperar que las baterías duren más y que los ordenadores funcionen más rápido".
Hasta ahora, el cambio molecular solo ha sido posible cuando las moléculas están extremadamente frías, a temperaturas por debajo de los 250 grados centígrados bajo cero. "Desde el punto de vista de la ingeniería, este es un gran problema", dijo el profesor Powell.
"Al seguir esta 'receta' detallada, los químicos deberían poder hacer que los interruptores moleculares funcionen a temperatura ambiente".
"Esto abrirá la puerta a una gran cantidad de avances tecnológicos, como la mejora de las resonancias magnéticas que podrían conducir a una detección más temprana de enfermedades como el cáncer".
"Estos materiales también se pueden usar para sensores, captura y almacenamiento de carbono, celdas de combustible de hidrógeno y como actuadores, que pueden convertir la electricidad en movimiento, lo que sería útil para los robots".
"Todas estas aplicaciones necesitan materiales que puedan cambiarse a temperatura ambiente o por encima de ella, razón por la cual nuestro descubrimiento es tan importante".
"El uso de estos materiales también reducirá la carga sobre el medio ambiente porque se reducirá el uso de energía de las computadoras, lo que ayudará en la lucha contra el cambio climático".
Los investigadores de la UQ colaborarán con químicos de la Universidad de Sydney y la Universidad de Nueva Gales del Sur para crear nuevos materiales para probar la nueva "receta".
La investigación se publica en el Journal of the American Chemical Society . Los investigadores demuestran que los cristales orgánicos pueden servir como convertidores de energía para tecnologías emergentes