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Un equipo de investigadores de la Universidad de Utah Salt Lake City ha encontrado, mediante simulación, que es posible reorganizar a los músicos que tocan instrumentos de viento en una orquesta para reducir la propagación de aerosoles cargados de enfermedades. En su artículo publicado en la revista Avances de la ciencia , el grupo describe simulaciones que ejecutaron que mostraban patrones de flujo de aire durante actuaciones orquestales y lo que encontraron.
A medida que la pandemia se extendió por todo el mundo, uno de los grupos inmediatamente impactado fueron los músicos, particularmente aquellos que tocan instrumentos de viento. Una vez que se determinó que el virus detrás de COVID-19 se transportaba por el aire como parte de aerosoles, los funcionarios comenzaron a cancelar actuaciones orquestales.
La pandemia también impidió que los músicos practicaran juntos, que es esencial para mantener las habilidades. Ahora, incluso cuando se alivian los bloqueos en muchos países, Las actuaciones orquestales aún no se han reanudado por temor a contagiar la enfermedad entre los músicos que no han sido vacunados. En este nuevo esfuerzo, Los investigadores han encontrado una manera de minimizar el riesgo involucrado en los ensayos y actuaciones orquestales reorganizando el lugar donde se sientan los músicos mientras tocan.
Para obtener más información sobre el flujo de aire y los aerosoles que contiene durante las actuaciones orquestales, los investigadores recopilaron datos de experimentos anteriores que muestran cómo se mueve el aire después de ser expulsado de diferentes instrumentos. Estos datos se pusieron en una simulación de movimiento de aire, junto con otros parámetros, como la ventilación del lugar en cuestión.
Luego, el equipo comenzó a modificar la disposición de los asientos y descubrió que al hacer ciertos cambios se podía reducir la carga viral en el aire donde tocaban los músicos. Ellos encontraron, por ejemplo, que colocando a los percusionistas más cerca del centro del grupo y a los que tocan instrumentos de viento alrededor de los márgenes —y lo más cerca posible de las salidas de aire— podrían reducir drásticamente la propagación de aerosoles.
Luego, los investigadores trasladaron su experimento al mundo real al hacer que los jugadores vacunados para la Sinfónica de Utah cambiaran la disposición de los asientos para que coincidieran con las simulaciones. Luego, los investigadores probaron el aire mientras los músicos tocaban. Al estudiar los datos, descubrieron que la nueva disposición de los asientos reducía las concentraciones de cargas virales virtuales en un factor de 100, de 0,01 a sólo 0,001 partículas por litro de aire.
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