Las leyes que rigen el movimiento eludieron a los científicos, filósofos y otros grandes pensadores hasta el siglo XVII. Luego, en la década de 1680, Isaac Newton propuso tres leyes que explicaban cómo la inercia, la aceleración y la reacción influyen en el movimiento de los objetos. Junto con la ley de la gravitación de Newton, estas leyes formaron la base de la física clásica.
La ley de la inercia
La primera ley del movimiento de Newton, también conocida como la ley de la inercia, establece que los objetos tampoco moverse o dejar de moverse por sí mismos. Un objeto solo cambia su estado de movimiento cuando actúa una fuerza externa. Una pelota en reposo, por ejemplo, permanecerá en reposo hasta que la empujes. Luego se enrollará hasta que la fricción del suelo y el aire la detengan.
La Ley de Aceleración
La segunda ley de Newton explica cómo las fuerzas externas afectan la velocidad de un objeto en movimiento. Establece que la aceleración de un objeto es directamente proporcional a la fuerza que lo causa, e inversamente proporcional a la masa del objeto. En términos prácticos, esto significa que se necesita más fuerza para mover un objeto pesado que uno liviano.
Considere un caballo y un carro. La cantidad de fuerza que puede aplicar el caballo determina la velocidad del carro. El caballo podría moverse más rápido con un carro más pequeño y ligero a remolque, pero su velocidad máxima está limitada por el peso de un carro más pesado.
En física, la desaceleración cuenta como aceleración. Por lo tanto, una fuerza que actúa en la dirección opuesta a un objeto en movimiento causa una aceleración en esa dirección. Por ejemplo, si un caballo tira de un carro cuesta arriba, la gravedad tira del carro hacia abajo a medida que el caballo tira hacia arriba. En otras palabras, la fuerza de la gravedad causa una aceleración negativa en la dirección del movimiento del caballo.
La ley de la reacción
La tercera ley de Newton establece que, para cada acción en la naturaleza, existe una igualdad y reacción opuesta. Esta ley se demuestra por el acto de caminar o correr. A medida que sus pies ejercen la fuerza hacia abajo y hacia atrás, usted es impulsado hacia adelante y hacia arriba. Esto se conoce como "fuerza de reacción en el suelo".
Esta fuerza también se puede observar en el movimiento de una góndola. A medida que el conductor presiona su pértiga contra el suelo debajo de la superficie del agua, crea un sistema mecánico que propulsa el bote hacia delante a lo largo de la superficie del agua con una fuerza igual a la que aplicó al suelo.