Un equipo de investigadores afiliado a varias instituciones en Francia ha descubierto que las fibrillas de amiloide iluminadas con radiación infrarroja cercana emiten una luz tenue, señal de infrarrojo cercano. En su artículo publicado en la revista Fotónica de la naturaleza , el grupo describe su estudio de fibrillas y placas de amiloide en ratones y humanos y lo que encontraron.
Las fibrillas amiloides son estructuras diminutas que se auto-forman en algunas proteínas. Cuando se agrupan forman lo que se conoce como placas amiloides. Están asociados con el desarrollo de enfermedades neurológicas como el Alzheimer y la enfermedad de Parkinson. A pesar de años de estudio, aún no se sabe qué los causa. En este nuevo esfuerzo, los investigadores buscaron aprender más sobre las primeras etapas del desarrollo de las fibrillas desarrollando una forma de ver cómo sucedía.
Trabajos anteriores habían demostrado que cuando la luz ultravioleta incide sobre proteínas que contienen tejidos, el tejido emite luz azul. Los investigadores han descubierto que las emisiones se vuelven más fuertes si hay fibrillas presentes en las proteínas. Si bien este hallazgo ha sido útil, sólo ha permitido el estudio superficial de la formación de fibrillas debido a la poca profundidad de penetración de la luz ultravioleta y azul. En sus experimentos, Los investigadores intentaron disparar radiación de campo cercano a muestras de proteínas humanas y descubrieron que las fibrillas presentes emitirían una luz tenue, señal de infrarrojo cercano. Esto fue importante porque a diferencia de la luz ultravioleta, La radiación de campo cercano puede penetrar relativamente profundamente en el tejido.
Próximo, los investigadores desarrollaron genéticamente un modelo de ratón con Alzheimer, abrieron sus cráneos y dispararon radiación de campo cercano al tejido cerebral vivo, observando una señal de infrarrojo cercano. Sugieren que en el futuro, podría ser posible usar su técnica para evaluar la enfermedad de Alzheimer en humanos; actualmente, la única forma de hacerlo es mediante pruebas cognitivas. Cómo podría funcionar una prueba de este tipo, aunque, no está claro. Con la tecnología actual, tal prueba implicaría abrir el cráneo e insertar una sonda, una opción que la mayoría de los pacientes no elegirían. Los investigadores reconocen tales obstáculos, pero sugiero que en el futuro, la nueva tecnología podría permitir tal prueba sin cirugía. Informan que las propiedades únicas de las fibrillas amiloides podrían conducir a nuevos dispositivos biofotónicos.
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