Una imagen de microscopio electrónico de barrido de mineral de uranio del reactor nuclear natural de Oklo. Los recuadros muestran puntos calientes fisiogénicos de Cs y Ba. Crédito:PNAS
Un equipo de investigadores del Laboratorio de Investigación Naval de EE. UU. Y la Universidad de Washington ha aprendido más sobre las posibles formas de almacenar desechos nucleares modernos mediante el estudio de un antiguo reactor de fisión natural. En su artículo publicado en procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias , el grupo describe su estudio de los núcleos extraídos del reactor nuclear natural de Oklo y lo que encontraron.
A medida que los científicos continúan buscando nuevas formas más respetuosas con el medio ambiente de producir energía, las viejas formas siguen generando residuos. Una de esas fuentes son los desechos de las plantas de energía nuclear. Se han discutido varias opciones sobre cómo almacenarlo a largo plazo, pero pocos han funcionado, dejando residuos para ser almacenados temporalmente en el sitio. En este nuevo esfuerzo, los investigadores buscaron aprender más sobre lo que realmente sucede cuando los desechos nucleares se descomponen durante su vida activa. Aprender más, viajaron a gabón, ubicado en África Occidental. En un lugar conocido como Oklo, existen los restos de un reactor nuclear natural. Debido a una variedad de eventos, el sitio fue el escenario de una fisión natural hace aproximadamente 2 mil millones de años. El uranio-235 que impulsó las reacciones hace tiempo que se descompuso, pero la historia de cómo ocurrió eso permanece.
Para obtener más información sobre lo que sucedió cuando el material fisionable se descompuso, los investigadores tomaron muestras centrales y las llevaron a su laboratorio, que alberga el Espectrómetro Universal del Laboratorio de Isótopos Ultra Traza Naval. Allí, pudieron reconstruir la historia del material radiactivo a medida que se movía a través de sus estados elementales, algunos de los cuales incluían isótopos. Lo más preocupante fue lo que sucedió con el cesio que se produjo como subproducto de la fisión del uranio. Se ha descubierto que el cesio es particularmente peligroso debido a su alto grado de radiactividad:se liberó al medio ambiente después de los accidentes de Fukushima y Chernobyl. Los investigadores encontraron que fue absorbido por un elemento llamado rutenio, aproximadamente cinco años después de que cesara el reactor. Se mantuvo allí en su lugar durante casi 2 mil millones de años.
Los investigadores sugieren que descubrir que el cesio había sido contenido por rutenio ofrece algunas ideas sobre posibles formas de lidiar con los desechos producidos en los reactores modernos. Además, señalan que el rutenio es demasiado raro para usar, pero algo así podría funcionar. Planean investigar más a fondo.
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