He aquí por qué resuena la cita:
* hipocresía: A menudo nos resulta más fácil criticar a otros que cumplir con los estándares que predicamos. Ver a alguien realmente encarnar cualidades positivas puede hacernos sentir inadecuados o incómodos.
* autojustificación: Los buenos ejemplos desafían nuestras propias autojustificaciones. Nos muestran que algo mejor es posible, lo que puede ser inquietante, especialmente si no nos estamos esforzando por eso nosotros mismos.
* envidia: Un buen ejemplo puede evocar la envidia, especialmente si sentimos que no podemos alcanzar su nivel de logro o virtud.
* Miedo al cambio: Los buenos ejemplos pueden empujarnos fuera de nuestras zonas de confort y desafiarnos a cambiar. Esto puede ser aterrador, particularmente si estamos contentos con el status quo.
En última instancia, la cita sugiere que, si bien podríamos admirar buenos ejemplos, a menudo nos resulta más fácil criticarlos o minimizar su importancia en lugar de enfrentar la incomodidad de nuestras propias deficiencias.