Tirar artículos cotidianos a la basura puede parecer una segunda naturaleza para muchas personas. Si está implementando técnicas de reciclaje en su estilo de vida, está dando un paso positivo para ayudar al medio ambiente. Learner.org señala que solo en los EE. UU., Se producen más de 230 millones de toneladas de basura cada año. Menos del 25 por ciento de esos desechos se recicla y el resto termina en vertederos, incinerados o en zanjas y bordes de carreteras. La eliminación inadecuada de basura no es solo una monstruosidad; representa una seria amenaza para la naturaleza.
Contaminación del suelo
Es importante aprender los conceptos básicos del reciclaje para que los desechos que terminan en los vertederos puedan eliminarse adecuadamente. Los plásticos, metales, papeles y ciertos tipos de vidrio se pueden reciclar en su centro de reciclaje local. Si se toma el tiempo de enviar estos artículos a ubicaciones reciclables, los artículos pueden reutilizarse y devolverse a los consumidores. No terminarán como basura ni dañarán el medio ambiente. Si los materiales reciclables se colocan en el suelo, pueden contaminar potencialmente el suelo circundante. Western Courier comparte con los lectores que a medida que las botellas de agua de plástico se descomponen, pueden liberar DEHA, un tipo de carcinógeno que puede causar problemas reproductivos, problemas hepáticos y pérdida de peso. Este tipo de producto químico puede filtrarse en el suelo y causar contaminación que puede alcanzar la vida vegetal y animal, así como las fuentes de agua. Los periódicos o el papel que contiene tinta también pueden ser tóxicos para el suelo. Si la basura se vierte o no está contenida adecuadamente en un vertedero, contaminará el suelo circundante. Contaminación del aire
Al desechar la basura que contiene productos químicos nocivos como lejía, ácido o aceite, es importante que se desecha en contenedores aprobados y se etiqueta correctamente. El papel, los plásticos y otros materiales que se queman pueden contaminar el aire cuando se queman. Con el tiempo, los químicos pueden acumularse en la capa de ozono. Si contienen productos químicos tóxicos como la dioxina, pueden alcanzar el aire que las personas respiran y causar un riesgo para la salud pública. La basura que se elimina de manera inadecuada también puede comenzar a liberar gases de metano. Según la Administración de Información Energética, estos gases son gases de efecto invernadero que pueden destruir la capa de ozono de la tierra y contribuir a cambios climáticos significativos o al calentamiento global.
Animales y vida marina
Los humanos no son los únicos afectados por eliminación inadecuada de basura: los animales también lo son. Conservation International señala que el vertido de basura y la descarga de aguas residuales crudas o no tratadas pueden amenazar la vida marina y los animales que entran en contacto con el agua. Cuando los desechos forman un racimo o una floración de algas, el área puede sofocarse y contaminar los hábitats del fondo marino, como los corales y los peces, reduciendo su número. Esta contaminación no solo destruye su hábitat, sino que también puede afectar el consumo humano, ya que los peces y mariscos que se alimentaban de las áreas contaminadas llegan a los pescadores y son capturados para el consumo humano. De acuerdo con Conservation International, los animales marinos pueden consumir viejos señuelos de pesca, botellas de plástico, cuerdas, espuma de poliestireno, colillas de cigarrillos y sedal de pesca, lo que lleva a la muerte de millones cada año.