Hay pocos ecosistemas en el mundo que no hayan sido afectados por los humanos. Los humanos pueden eliminar especies e interrumpir procesos naturales, degradando o incluso destruyendo complejas redes locales de vida. La restauración ecológica es la facilitación humana de la reparación de un ecosistema dañado o destruido. Los entornos restaurados pueden tardar años en funcionar sin intervención humana y nunca pueden ser los mismos que sus predecesores intactos, pero la restauración sigue siendo una parte importante de la caja de herramientas de conservación.
Definiciones
Existen diferentes formas de medir la restauración y determinar cuándo se realiza el trabajo. El enfoque puede estar en los ensamblajes de especies, los procesos del ecosistema, los regímenes de perturbación, la capacidad de recuperación o la trayectoria del medio ambiente. La restauración también se puede medir por la ausencia de factores tales como evidencia de disfunción o la necesidad de mantenimiento humano. En última instancia, el proyecto restaurado se compara con un ecosistema de referencia, que podría ser la misma ubicación en el pasado o un sistema intacto similar.
Restauración de la biodiversidad
Normalmente, los ecosistemas degradados son especies faltantes, grupos de especies, o incluso grupos funcionales completos, como los depredadores de nivel superior. Sembrar semillas nativas o trasplantar plantas individuales es un paso para restaurar la biodiversidad. Los proyectos de restauración pueden incluir la reintroducción de vertebrados grandes, como el bisonte en la reconstrucción de la pradera estadounidense. Los bisontes son una especie clave con impactos tan amplios que el ecosistema no puede funcionar de la misma manera sin ellos. Otros ejemplos de especies clave incluyen perros de las praderas en llanuras altas y estrellas de mar en piscinas de mareas.
Función de restauración
Volver a poner especies en el paisaje puede ser como poner todas las piezas de un reloj en una mesa y esperar a trabajar Hay interacciones complejas, como las redes alimentarias resistentes y los ciclos de nutrientes, que deben reanudarse en un entorno restaurado. Una forma de restaurar la función es recrear regímenes de perturbaciones, o episodios de cambio ambiental temporal, que fomenten patrones de sucesión histórica. Por ejemplo, establecer quemaduras controladas despeja la maleza y, en algunas plantas, fomenta el crecimiento o la dispersión de semillas. En los ríos, la liberación de grandes cantidades de agua de un embalse empuja los sedimentos aguas abajo.
Restaurando la conectividad
Los ecosistemas restaurados tienden a ser pequeños y aislados, lo que hace que la diversidad genética y la integración del área restaurada en el paisaje sean consideraciones importantes. . Asegurar una diversidad genética saludable requiere extraer de un conjunto genético lo más amplio posible. También requiere la creación de conexiones físicas para viajar que permitan el intercambio de información genética en todo el paisaje. En la práctica, la creación de corredores de hábitat entre islas aisladas de ecosistemas intactos y restaurados restaura la conectividad.
Cómo involucrarse
La mayoría de los proyectos de restauración son realizados por expertos, y usted podría unirse a sus filas con capacitación de posgrado en restauración ecología. También puede ayudar con actividades de restauración en su comunidad. Muchas restauraciones implican actividades intensivas en mano de obra, como la eliminación de especies invasoras o la recolección de semillas nativas para plantar, que se logran con la ayuda de grupos comunitarios de voluntarios. La Sociedad para la Restauración Ecológica, por ejemplo, lleva a cabo eventos del "Día de hacer la diferencia" en varias comunidades. Consulte con su agencia local de recursos naturales, programa naturalista o universidad para ubicar un proyecto cerca de usted.