Considere comprar un diamante cultivado en laboratorio. Los diamantes cultivados en laboratorio son una buena alternativa a los diamantes extraídos porque no están asociados con los mismos problemas ambientales y sociales. También suelen ser menos costosos que los diamantes extraídos y se pueden pedir con características específicas, como tamaño, forma y color.
Busque diamantes que hayan sido certificados por una organización externa. Esto le dará la confianza de que los diamantes se han obtenido y producido de forma ética. Algunas de las organizaciones de certificación externas de mayor reputación incluyen el Proceso de Kimberley, el Responsible Jewellery Council (RJC) y la American Gem Society (AGS).
Pregunte al joyero sobre el origen de los diamantes. Un joyero de buena reputación podrá proporcionar información sobre el país de origen de los diamantes, así como los métodos de extracción y producción que se utilizaron. También debe preguntar acerca de las garantías o garantías que vienen con los diamantes.
Esté dispuesto a pagar una prima por diamantes éticos. Los diamantes éticos pueden ser más caros que los diamantes extraídos, pero la tranquilidad que conlleva saber que ha comprado diamantes libres de conflictos vale la pena.