¿Qué pasaría si los científicos pudieran realizar pequeños cambios a distancia en los circuitos de su cerebro? La tecnología ultrasónica puede hacer de esto una realidad. Chard Baker / Photodisc / Getty Images
"Todo está en tu cabeza." Has escuchado eso antes ¿no es así? Tal vez alguien se estaba burlando de una historia de fantasmas o minimizando los síntomas de la depresión, paranoia o locura. El mensaje es simple:tu obsesión, lo que sea que pueda ser, no tiene ninguna base fuera de tus pensamientos.
Sin embargo, con suficiente conocimiento científico, se vuelve obvio que todo está "todo en tu cabeza". No queremos decir que el mundo sea una gran ilusión, sino que la reserva de conciencia y memoria de cada individuo existe únicamente dentro de los procesos electroquímicos del cerebro. El yo es un cóctel químico imbuido de una chispa neurológica, y la conciencia es un truco de salón peculiar provocado por la evolución.
¿Esa persona que crees que eres? Bien, es el producto de una ecuación en constante cambio formada por 95 a 100 mil millones de neuronas, junto con las sinapsis, neurotransmisores, codificación genética y una serie de recuerdos que se remontan a las oscuras profundidades de la infancia [fuente:Williams]. Altere un poco cualquier factor en esta ecuación, y cambias la suma final. De hecho, cada vez que haces una simple observación o tomas una taza de café, haces algunos retoques. Cada sucesivo tú es al menos una ligera variante de la encarnación anterior. La mente también está sujeta a las severas alteraciones del trauma emocional, lesión y enfermedad cerebral, todos capaces de cambiar drásticamente el resultado de la ecuación neurológica.
Nuestras herramientas para abordar las condiciones cerebrales van desde lo sublime hasta lo bárbaro. Hemos tratado las enfermedades mentales en el sofá del terapeuta, así como con bisturís y descargas eléctricas. Afortunadamente, Los avances científicos continúan perfeccionando nuestros métodos.
Por ejemplo, hay neuroestimulación , o nervios estimulantes eléctricamente para aliviar el dolor o suprimir los temblores. Los médicos logran estas hazañas con la ayuda de pequeños neuroestimuladores implantado cerca de la médula espinal o de un nervio principal. Estimulación cerebral profunda y estimulación del nervio vago Lleva este concepto aún más lejos y puede gestionar eficazmente diversos trastornos psiquiátricos y enfermedades neurológicas. El único inconveniente es que también requieren una cirugía minuciosa para colocar los implantes en las ubicaciones adecuadas:en el cuello para la estimulación del nervio vago y dentro del cerebro para la estimulación cerebral profunda.
¿Y si hubiera una manera de estimular los nervios y partes del cerebro humano sin perforar cráneos e implantar dispositivos eléctricos? ¿Y si hubiera una forma de jugar remotamente con la ecuación neurológica?
Ver el interior de la mente humana con ultrasonido