A algunas personas les gusta caracterizar la ciencia como una religión. En esta formulación, los científicos son el equivalente moderno de los teólogos medievales. Transmiten preceptos y dogmas que tomamos por fe, porque no hay forma de que los profanos sigan la pista de todos los emocionantes resultados de los estudios que salen de los laboratorios todos los días.
Pero la ciencia no tiene decir, un Papa a cargo del espectáculo. Y tampoco hay un Concilio Vaticano que tome las decisiones, diciéndonos qué creer. Lo que sí tiene la ciencia es un método para investigar el mundo que nos rodea. Ese método nos ha traído la medicina moderna y todos los pertrechos de alta tecnología del siglo XXI. Pero el método no es infalible y, con alarmante frecuencia, algunos de esos emocionantes resultados de estudios resultan poco fiables.
La cosa es, cuando se hace bien, la ciencia no es una cuestión de fe en absoluto. Es una cuestión de duda. Los investigadores pares deberían poder replicar los resultados de un estudio. Si no pueden, los resultados del estudio están en duda. Si hay suficientes dudas el estudio se retracta. Pero para entonces puede que sea demasiado tarde. Los resultados del estudio original están disponibles, siendo citado y discutido en la comunidad científica y en la esfera pública. No todo el mundo puede, o querrá, tomarse el tiempo para volver atrás y verificar que el estudio que están citando no haya sido retirado.
Todo eso podría cambiar aunque, porque la base de datos más grande de retractaciones científicas acaba de publicarse y hace que el proceso sea mucho más fácil. La base de datos de Retraction Watch está diseñada expresamente para averiguar si un estudio determinado sigue siendo legítimo. La próxima vez que lea un artículo o escuche a alguien decir:"los estudios muestran que hablar es malo para ti, "puede dirigirse al sitio y ver qué es qué.
La base de datos es una rama de un blog iniciado en 2010 por dos reporteros médicos, Ivan Oransky y Adam Marcus. Uno de los aspectos más destacados del blog es una lista de los 10 estudios más citados a pesar de que se han retirado. El estudio notorio y desacreditado desde hace mucho tiempo que relaciona el autismo con las vacunas está ahí, así como un artículo de 2013 llamado "Prevención primaria de enfermedades cardiovasculares con una dieta mediterránea" (¡lo siento amantes de la comida!).
Si cuestiona la necesidad de una base de datos de este tipo, considere esto:algunos estudios, como uno que afirma haber descubierto una proteína que imita la insulina, en realidad se han citado con más frecuencia después se retractaron más que antes.
Eso es interesanteMás de 18, Se han retirado 000 estudios desde la década de 1970. Si bien ese número puede sonar alarmante, en realidad, refleja mejores prácticas editoriales y procesos de revisión de revistas científicas, lo cual es bueno para la ciencia.