1. Embrión: El embrión es la futura planta, que contiene una raíz rudimentaria, el tallo y las hojas. Es el núcleo de la semilla y su desarrollo se ve directamente afectado por las señales ambientales.
2. Endospermo: Este es un tejido rico en nutrientes que proporciona alimentos para el embrión en desarrollo. El tipo y la cantidad de nutrientes almacenados en el endospermo pueden variar según las especies de la planta y las condiciones ambientales.
3. Semilla Coat: Esta capa externa protectora salvaguarda el embrión y el endospermo por daño y desecación. También puede desempeñar un papel en la regulación de la absorción de agua y el intercambio de gases, que son cruciales para la germinación.
Así es como estos componentes responden al entorno:
* agua: Cuando se absorbe agua, desencadena el embrión para comenzar a crecer. La capa de semilla puede contener una capa llamada "endospermo", que regula la absorción de agua y evita la germinación en condiciones secas.
* Temperatura: La mayoría de las semillas tienen un rango de temperatura específico para la germinación. Algunos requieren estratificación en frío (exposición a bajas temperaturas) para romper la latencia.
* Light: Algunas semillas requieren luz para germinar, mientras que otras necesitan oscuridad. Esta respuesta ayuda a garantizar que la germinación ocurra en condiciones adecuadas, como cuando la semilla está expuesta a la luz solar en la superficie del suelo.
* oxígeno: La germinación requiere oxígeno para la respiración celular, que es el proceso que proporciona energía para el crecimiento.
* hormonas: Las semillas contienen hormonas que regulan varios aspectos del desarrollo, como la germinación, la latencia y el crecimiento. Estas hormonas también están influenciadas por señales ambientales.
Ejemplos de respuestas ambientales:
* Plantas desérticas: Las semillas de las plantas del desierto pueden permanecer latentes durante períodos prolongados hasta que la lluvia suficiente desencadena la germinación.
* árboles forestales: Las semillas de algunos árboles pueden requerir exposición al fuego o el humo antes de germinar, asegurando que se establezcan en un ambiente claro y bañado por el sol.
* Plantas anuales: Las semillas de las plantas anuales pueden germinar solo en la primavera cuando las temperaturas son lo suficientemente cálidas, garantizando que la planta tenga tiempo para madurar y producir semillas antes del invierno.
En esencia, la capacidad de la semilla para responder al medio ambiente asegura que solo germinará cuando las condiciones son óptimas para su supervivencia y crecimiento.