1. Meteorización mecánica: Las raíces de los árboles crecen en las grietas y hendiduras de las rocas, ejerciendo una presión significativa a medida que se expanden. Esta fuerza física puede eventualmente romper la roca.
2. Meteorización química: Las raíces de los árboles liberan ácidos orgánicos, como el ácido carbónico, que reaccionan con los minerales de la roca. Esta reacción química debilita la roca, haciéndola más susceptible a la erosión.
3. Meteorización biológica: Los líquenes y musgos que viven en la corteza de los árboles producen ácidos que contribuyen a la erosión de las rocas. A medida que estos organismos mueren y se descomponen, mejoran aún más la descomposición química de la roca.
4. Microclima :La presencia de un árbol crea un microclima específico a su alrededor. Las raíces de los árboles absorben agua del suelo, lo que genera condiciones más secas alrededor de la base del árbol. Este cambio en el contenido de humedad puede afectar la estabilidad física y química de la roca.
5. Hábitat para otros organismos :La presencia de un árbol también atrae a varios organismos, como insectos, animales y microorganismos, que pueden contribuir a la erosión de las rocas a través de sus actividades, productos de desecho e interacciones.
Estos procesos ocurren de manera considerable y dan como resultado la desintegración gradual y la alteración de la estructura y composición de la roca.