Cambio climático:
- Los álamos son sensibles a los cambios de temperatura y disponibilidad de agua. El aumento de las temperaturas, la alteración de los patrones de precipitación y el estrés por sequía asociados con el cambio climático pueden afectar significativamente la salud del álamo temblón.
Falta de fuego:
- Los álamos dependen de incendios periódicos para regenerarse y mantener su predominio. Los esfuerzos de extinción de incendios y los cambios en los regímenes de incendios han interrumpido los ciclos naturales de los incendios, dificultando el establecimiento de nuevos rodales de álamos.
Pastoreo excesivo:
- El ramoneo excesivo de ungulados, como ciervos y alces, puede dañar los brotes jóvenes de álamo temblón, las plántulas y los árboles jóvenes, impidiendo su crecimiento y reclutamiento en el dosel del bosque.
Insectos y Enfermedades:
- Los árboles de álamo temblón son susceptibles a diversas plagas, incluidos insectos y enfermedades fúngicas. Plagas como el barrenador de bronce del álamo, la oruga de la tienda del bosque y los insectos perforadores de la madera pueden causar daños importantes, mientras que las enfermedades fúngicas como la pudrición de la raíz de Armillaria y el cancro de Hypoxylon contribuyen al declive del álamo temblón.
Concurso:
- En ausencia de incendios regulares, otras especies de árboles, como las coníferas como el abeto, el abeto y el pino, pueden superar a los álamos por recursos como la luz solar y el agua. Esta competencia puede limitar la capacidad del álamo temblón para prosperar y regenerarse.
Cambiando la hidrología:
- La alteración de los patrones de flujo de agua y los niveles de agua subterránea puede afectar negativamente a las masas de álamo temblón. Las alteraciones en la disponibilidad de agua superficial y subterránea, causadas por actividades humanas o el cambio climático, pueden estresar a los álamos y contribuir a su declive.
Factores secundarios:
- Otros factores, como la contaminación del aire, la urbanización y la fragmentación del hábitat, también pueden contribuir al declive del álamo temblón al debilitar su resiliencia y aumentar su susceptibilidad a diversos factores estresantes.
Abordar estos factores contribuyentes requiere un enfoque multifacético, que incluya la gestión de ecosistemas, quemas prescritas, gestión de la vida silvestre, medidas de control de plagas y esfuerzos de conservación para proteger y restaurar las masas de álamo temblón.