Un estudio, publicado en la revista Nature Climate Change, encontró que las científicas climáticas tenían más probabilidades de ser interrumpidas que los hombres, incluso cuando hablaban sobre el mismo tema. El estudio también encontró que era más probable que a las mujeres se les pidiera que justificaran su investigación que a los hombres.
Otro estudio, publicado en la revista Environmental Research Letters, encontró que las científicas climáticas tenían más probabilidades de ser sometidas a comentarios y amenazas sexistas que los hombres. El estudio también encontró que las mujeres tenían más probabilidades de ser interrumpidas y habladas que los hombres.
Estos hallazgos sugieren que las científicas climáticas enfrentan barreras importantes para hablar sobre sus investigaciones. Esto puede tener un impacto negativo en sus carreras y en la comunidad científica en su conjunto.
Es importante crear un entorno más acogedor y de apoyo para las científicas del clima. Esto se puede lograr creando conciencia sobre los desafíos que enfrentan, brindándoles apoyo y tutoría y tomando medidas para abordar el sexismo y la discriminación en el lugar de trabajo.
Al crear una comunidad científica más inclusiva y diversa, podemos garantizar que se escuchen todas las voces y que se haga la mejor ciencia.