1. Tamaño total más pequeño: El cráneo de nuestros ancestros más antiguos habría sido más pequeño en comparación con el de los humanos modernos. El volumen cerebral promedio de los primeros homínidos oscilaba entre 350 y 650 centímetros cúbicos (cc), mientras que los humanos modernos tienen un volumen cerebral promedio de aproximadamente 1350 cc.
2. Huesos del cráneo más gruesos: Los huesos craneales de nuestro antepasado más antiguo probablemente habrían sido más gruesos que los de los humanos modernos, lo que proporcionaría una mayor protección al cerebro. Esta característica se observa en algunos fósiles de homínidos primitivos, como el renombrado espécimen de "Australopithecus afarensis" conocido como "Lucy".
3. Arrugas de las cejas pronunciadas: Las cejas sobre los ojos habrían sido más prominentes y pronunciadas que en los humanos modernos. Estas crestas ayudaron a anclar los poderosos músculos masticadores, ya que los primeros humanos consumían una dieta que requería una fuerza significativa para masticar.
4. Frente retraída: La frente habría sido menos redondeada y más inclinada en comparación con la de los humanos modernos. Un arco superciliar más pronunciado y una frente inclinada daban a nuestros antepasados una apariencia facial distintiva.
5. Mandíbula y dientes más grandes: Las mandíbulas y los dientes de nuestro ancestro más antiguo habrían sido más grandes y más robustos, lo que refleja su dieta de materiales vegetales duros y carne ocasional. La arcada dental habría sido más ancha, con molares más grandes para triturar la vegetación.
6. Posición del agujero magno: El agujero magno, la abertura en la base del cráneo donde la médula espinal se conecta con el cerebro, se habría colocado más hacia la parte posterior del cráneo. Esto indica una postura más horizontal en comparación con la postura más erguida de los humanos modernos.
7. Ausencia de mentón: El cráneo de nuestro antepasado más antiguo probablemente carecería de un mentón bien definido. El mentón humano moderno es un desarrollo evolutivo relativamente reciente asociado con cambios en la estructura de la mandíbula y las inserciones musculares.
8. Bóveda craneal baja: La parte superior del cráneo, conocida como bóveda craneal, habría sido más baja y redondeada en comparación con la bóveda alta y redondeada de los humanos modernos.
Es importante señalar que la apariencia y las características del cráneo pueden variar entre las diferentes especies de homínidos primitivos, a medida que nuestros ancestros evolucionaron y se diversificaron con el tiempo. Las características exactas dependerían de la especie específica y de la etapa evolutiva que se considere.