La geografía, que es el estudio de la superficie de la Tierra, se centra en elementos como la disposición de las características físicas, el clima, el suelo y la vegetación. La geografía influye en el desarrollo de las personas que ocupan áreas determinadas. Los humanos responden y se adaptan a las condiciones que encuentran, desarrollando patrones de comportamiento y costumbres para hacer frente a los desiertos secos, el frío ártico, las altas cordilleras o el aislamiento de una isla. A su vez, los humanos interactúan con la geografía física para cambiar, mejorar o destruir características físicas y ecológicas. El estudio de la interacción humana con la tierra se llama "geografía cultural" e incluye economía, migraciones, religión e idioma.
Topografía
La topografía es el estudio de los relieves; describe las alturas y formas de elementos geográficos como valles, colinas, montañas y mesetas, así como la ubicación de características como ríos, lagos y ciudades. Las barreras naturales como las cadenas montañosas, los océanos y los grandes desiertos limitan los viajes humanos y aíslan las poblaciones, lo que restringe los intercambios culturales. Las naciones insulares, como Japón, estuvieron aisladas durante mucho tiempo de otras culturas. Esto fomentó el desarrollo de culturas ricas y únicas. Las montañas y las mesetas rocosas reducen la cantidad de tierra disponible para la agricultura, mientras que los pastizales nivelados ofrecen suelos ricos para cultivar. Esto afecta el grado en que la agricultura puede extenderse en un país.
Cuerpos de agua
Grandes cuerpos de agua restringieron el acceso a otras culturas hasta que los humanos idearon barcos capaces de navegar a grandes distancias. Después de eso, las zonas costeras se convirtieron en centros de intercambio cultural. Algunos ejemplos de países que utilizaron barcos para difundir su cultura incluyen las naciones colonizadoras europeas de Gran Bretaña, España y Portugal en los años 1500 y 1600. Además, los ríos son buenas "autopistas" para viajes e intercambio cultural; sin embargo, si los ríos son rápidos y difíciles de navegar, pueden aislar a las poblaciones. La difusión de las culturas desde sus áreas de origen a otras localidades se denomina "difusión cultural".
Clima
El clima determina qué tipo de agricultura es posible en un área determinada, cómo se viste la gente, qué tipo de viviendas construyen y con qué facilidad viajan. En grandes áreas del desierto del Sahara en África, los viajes dependen de la ubicación del agua y la disponibilidad de bestias de carga tolerantes a la sequía, como los camellos. La agricultura es posible en oasis con baja densidad de población y pueblos aislados. En el severo clima invernal de Finlandia, la cultura del pueblo sami se centró en el ciclo de vida de los rebaños de renos, su principal fuente de alimento, lo que resultó en un estilo de vida nómada.
Vegetación
En el mundo moderno , la difusión cultural está en aumento debido a un mejor transporte y mejores métodos de comunicación. Sin embargo, en algunas áreas los ecosistemas con vegetación impenetrable, como las selvas tropicales, aún albergan culturas primitivas remotas. La National Geographic Society estima que existen más de 100 "tribus no contactadas" en todo el mundo en América del Sur, Papua Nueva Guinea y el Océano Índico. El contacto con estas tribus ocurre cuando los madereros, mineros, colonos, ganaderos y compañías petroleras construyen caminos en áreas que antes eran inaccesibles.