Las ondas sonoras viajan por el aire, el suelo y el agua. Cuando se tala un árbol, se crean vibraciones en el aire que se propagan en todas direcciones. Estas vibraciones pueden ser escuchadas por los animales que se encuentran lo suficientemente cerca del árbol.
La distancia a la que un animal puede oír un sonido depende del volumen del sonido y de la sensibilidad del oído del animal. Por ejemplo, un sonido fuerte se puede escuchar desde una distancia mayor que un sonido suave. Y un animal con un oído sensible puede oír sonidos que son demasiado débiles para que otros animales los escuchen.
En el bosque hay muchos animales que tienen un oído muy sensible. Estos animales incluyen ciervos, conejos, ardillas y pájaros. Cuando se tala un árbol, estos animales pueden oír el sonido desde una gran distancia. Es posible que incluso puedan escuchar el sonido antes de que el árbol toque el suelo.
El sonido de un árbol al ser talado puede ser un sonido aterrador para los animales. Puede hacer que huyan del área o se escondan. En algunos casos, incluso puede causarles la muerte por shock.