En la fotosíntesis, las plantas absorben y liberan constantemente los gases atmosféricos de una manera que crea azúcar para la alimentación. El dióxido de carbono entra en las células de la planta; sale oxígeno Sin luz solar ni plantas, la Tierra se convertiría en un lugar inhóspito incapaz de soportar animales y personas que respiran aire.
TL; DR (Demasiado tiempo; no lo leyó)
La fotosíntesis toma dióxido de carbono fuera de la atmósfera y pone oxígeno en él.
Atmósfera en capas de la Tierra
La atmósfera se estratifica en varias capas diferentes, cada una con una composición y características físicas ligeramente diferentes. Todos los organismos biológicos viven en el nivel más bajo de la atmósfera, la troposfera, que se extiende desde el nivel del suelo hasta entre 9 kilómetros (5,6 millas) y 17 kilómetros (10,6 millas). La troposfera consiste principalmente en nitrógeno, oxígeno, argón y dióxido de carbono. La fotosíntesis ayuda a regular las cantidades de oxígeno y dióxido de carbono en la atmósfera.
La reacción de fotosíntesis
La mayoría de las plantas y algunas bacterias especializadas realizan la fotosíntesis, cuya ecuación química es:
Dióxido de carbono + Agua = Glucosa + Oxígeno
La clorofila, una molécula que se encuentra en las hojas de las plantas, es esencial para la fotosíntesis. Esta molécula captura la energía de la luz solar y permite que tenga lugar la reacción de fotosíntesis. La Convención establece que la clorofila y la luz solar no deben escribirse en ninguno de los lados de la ecuación. En su lugar, puede pensar en la clorofila como un catalizador que usa la luz solar para acelerar la reacción.
Oxígeno y la Tierra Temprana
La atmósfera de la Tierra primitiva, que difería dramáticamente de la de hoy , consistía en vapor de agua, dióxido de carbono y amoníaco. No fue hasta la evolución de las cianobacterias (bacterias fotosintéticas) que se liberó oxígeno a la atmósfera. Durante miles de millones de años, la fotosíntesis condujo a un aumento de oxígeno en la atmósfera. Hoy en día, el oxígeno constituye aproximadamente el 21 por ciento de la atmósfera, y es el intrincado equilibrio entre la fotosíntesis y la respiración lo que lo mantiene en un nivel constante.
Dióxido de carbono y temperatura de la Tierra
Los gases de efecto invernadero absorben radiación del sol y mantener la temperatura de la Tierra. El dióxido de carbono es uno de los gases de efecto invernadero más importantes en la atmósfera, y un aumento en el CO2 probablemente provocará un cambio en la temperatura global de la Tierra. Los organismos fotosintéticos juegan el papel esencial de ayudar a mantener los niveles de dióxido de carbono relativamente constantes, manteniendo así la temperatura de la Tierra. Desde la Revolución Industrial, la humanidad ha estado bombeando grandes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera mediante la quema de combustibles fósiles. Esto aumentó el efecto invernadero, que se espera que aumente la temperatura global entre 2 y 3 grados Celsius (3.6 a 5.4 grados Fahrenheit) en las próximas décadas.