Los ecosistemas representan la naturaleza interconectada de los organismos vivos y su mundo. Un ecosistema podría ser tan pequeño como una gota de agua de estanque o tan grande como la selva amazónica. Cuando piensas en qué hace que un ecosistema funcione, los conceptos críticos giran en torno a los componentes orgánicos e inorgánicos y sus interacciones entre ellos. El concepto de ecosistema es un punto de partida para el estudio de muchas de las interacciones biológicas y de comportamiento más complejas que conforman un sistema ecológico.
Componentes abióticos
Los componentes abióticos de un ecosistema son todos los elementos no vivos. Incluyen el agua, el aire, la temperatura y las rocas y minerales que componen el suelo. Los componentes abióticos de un ecosistema pueden incluir la cantidad de lluvia que cae sobre él, ya sea agua dulce o agua salada, cuánto sol recibe o con qué frecuencia se congela y descongela. Los componentes bióticos del ecosistema viven e interactúan con los componentes abióticos.
Productores de la Base
Los productores son los organismos vivos en el ecosistema que absorben la energía de la luz solar y la utilizan para transforma el dióxido de carbono y el oxígeno en azúcares. Las plantas, las algas y las bacterias fotosintéticas son todos ejemplos de productores. Los productores forman la base de la red trófica y generalmente son el grupo más grande del ecosistema en peso o biomasa. También actúan como una interfaz con los componentes abióticos del ecosistema durante los ciclos de nutrientes ya que incorporan carbono inorgánico y nitrógeno de la atmósfera.
Consumidores en la cadena
Los consumidores son organismos vivos en el ecosistema que obtienen su energía del consumo de otros organismos. Conceptualmente, los consumidores se subdividen a su vez por lo que comen: los herbívoros comen a los productores, los carnívoros comen otros animales y los omnívoros comen a los dos. Junto con los productores y los descomponedores, los consumidores son parte de lo que se conoce como cadenas de alimentos y redes, donde la transferencia de energía y nutrientes se puede trazar. Los consumidores solo pueden cosechar alrededor del 10 por ciento de la energía contenida en lo que comen, por lo que tiende a haber menos biomasa en cada etapa a medida que asciende en la cadena alimentaria.
Descompuestos y ciclo de nutrientes
Los descomponedores son el componente vivo del ecosistema que descompone el material de desecho y los organismos muertos. Los ejemplos de descomponedores incluyen lombrices de tierra, escarabajos peloteros y muchas especies de hongos y bacterias. Realizan una función de reciclaje vital, devolviendo los nutrientes incorporados en los organismos muertos al suelo donde las plantas pueden recuperarlos nuevamente. En este proceso, también cosechan lo último de la energía de la luz solar inicialmente absorbida por los productores. Los descomponedores representan el paso final en muchos de los procesos cíclicos del ecosistema.