La preocupación pública por el medio ambiente se generalizó durante la década de 1960, después de que Rachel Carson escribiera "Silent Spring". Desde entonces, han surgido varias escuelas de pensamiento diferentes con respecto al medio ambiente y el papel que las personas deberían jugar en el mundo natural. Las filosofías biocéntrica y ecocéntrica son solo dos de las muchas teorías diferentes que se usan para hablar de la naturaleza. Aunque las filosofías son bastante similares, varían de maneras significativas.
La Filosofía Ecocéntrica
Las personas que se adscriben a una filosofía ecocéntrica creen en la importancia de un ecosistema como un todo. Atribuyen la misma importancia a los componentes vivos y no vivos de los ecosistemas cuando toman decisiones con respecto a su tratamiento del medio ambiente. Es una escuela de pensamiento holística que ve poca importancia en los individuos; los ecocentristas están preocupados solo por cómo los individuos influyen en los ecosistemas como un todo.
La Filosofía Biocéntrica
En contraste, una filosofía biocéntrica le da la mayor importancia a los individuos vivos o componentes vivos del medioambiente. Las teorías biocéntricas no consideran que los elementos químicos y geológicos del medio ambiente sean tan importantes como los seres vivos en la forma en que lo hacen las teorías ecocéntricas. Los biocentristas creen que todos los seres vivos son igualmente importantes. Por ejemplo, la vida de un árbol se consideraría tan importante como la vida de un ser humano. Esto está en contraste con una visión antropocéntrica en la que las vidas de los humanos reciben el mayor valor.
Diferencias filosóficas
La principal diferencia entre las filosofías ecocéntricas y biocéntricas radica en su tratamiento del entorno abiótico . El ecocentrismo utiliza el estudio de la ecología para demostrar la importancia de los elementos no vivos del medio ambiente. El biocentrismo se centra en los elementos vivos del medio ambiente. Por ejemplo, en el debate sobre el cambio climático, los biocentristas se centrarían en cómo el cambio climático influye en los seres vivos al provocar la migración de especies y las alteraciones en los hábitats de la vida silvestre. Los ecocentristas podrían usar estos factores en un argumento similar, pero también considerarían cambios en el mundo abiótico al formular su postura en el debate. Cambiar los niveles del mar, los patrones climáticos y la acidez de los océanos son factores abióticos que influirían en la opinión del ecocentrista sobre el cambio climático.
Similitudes filosóficas
Las filosofías biocéntricas y ecocéntricas tienen mucho en común. Ambos son adoptados por personas que se preocupan por el medio ambiente y su bienestar. Ambas teorías dan gran importancia a las vidas de todas las criaturas y valoran la preservación de la vida por encima de los logros humanos en poder y riqueza financiera. Puede ser difícil encontrar puntos en común durante los acalorados debates ambientales, pero ayuda recordar que las personas con creencias filosóficas diferentes a menudo tienen objetivos similares.