El castor es un roedor semiacuarto, principalmente nocturno, conocido por construir presas y posadas. El animal tiene muchas adaptaciones que ayudan en su supervivencia y su capacidad de vivir en el agua. Estas adaptaciones permiten su supervivencia pero también limitan los hábitats en los que pueden vivir.
Tail
La cola ancha y plana del castor sirve para muchos propósitos, incluida la comunicación entre castores. La adaptación de la cola también almacena grasa, que actúa como un calentador en los meses fríos. Además, los castores golpean sus colas en el agua como una alarma y para sorprender a los posibles depredadores cuando se sumergen en el agua. La cola actúa como un timón mientras el castor nada, mientras que las grandes patas traseras palmeadas, ayudan a impulsarlas hasta a 6 millas por hora.
Dientes
Los conocidos dientes de castor grandes del castor son adaptación que les ayuda a obtener acceso a alimentos, así como a materiales de construcción de represas y refugios que de otro modo no podrían obtener. Los dientes en forma de cincel hacen posible que un castor caiga un sauce de 5 pulgadas de diámetro en solo tres minutos. Los dientes de los castores crecen continuamente, pero el roer de los animales los deja limados. Además, los labios forrados de piel del animal se cierran detrás de los dientes, lo que permite roer bajo el agua y portar ramas.
Conservación del calor
Los castores conservan el calor en el agua helada con una gruesa capa de grasa cubierta con underfur denso Producen un aceite repelente al agua, castoreum, que regularmente peinan en su pelaje con una uña dividida, llamada garra de aseo. Esta adaptación mantiene la piel caliente y seca tanto bajo el agua como en invierno.
Ayuda bajo el agua
Los castores tienen varias adaptaciones que los ayudan en el agua, ayudando a la supervivencia. Tienen los párpados claros, que protegen sus ojos y les ayudan a ver debajo del agua. Las válvulas en las fosas nasales y las orejas de un castor pueden cerrarse, evitando que entre agua. El castor tiene muchas adaptaciones que conservan el oxígeno, incluidos los pulmones grandes, un hígado grande que almacena sangre oxidada y una circulación lenta hacia sus extremidades, lo que permite que el animal permanezca sumergido durante hasta 15 minutos.
Adaptaciones adicionales
Adaptaciones adicionales incluyen el sentido del olfato extremadamente agudo del castor, que les ayuda no solo a detectar depredadores sino también a identificar parientes y encontrar comida. También tienen patas delanteras diestras y adaptaciones que les permiten comer corteza y madera.