La filogenia es una rama de la biología que estudia las relaciones evolutivas entre organismos. Con los años, la evidencia que apoya las conexiones y los patrones entre las especies se ha recopilado a través de datos morfológicos y de genética molecular. Los biólogos evolutivos compilan estos datos en diagramas llamados árboles filogenéticos, o cladogramas, que representan visualmente cómo se relaciona la vida, y presentan una línea de tiempo para la historia evolutiva de los organismos.
Un árbol filogenético parece un árbol secuencialmente ramificado, comenzando con una rama común, luego dividir en más ramas que posteriormente divergen aún más en más ramas. Las puntas de las ramas representan los taxones actuales o especies. Trabajando hacia atrás, las especies que comparten un "nodo" o rama común comparten un ancestro en ese nodo. Por lo tanto, cuanto más atrás vaya hacia la rama principal del árbol, más atrás se moverá a través de la historia evolutiva. Por el contrario, las ramas que se originaron a partir de un nodo común son descendientes de esa especie.
Comprensión del árbol filogenético
Un biólogo evolutivo crea un árbol filogenético comparando secuencias de ADN genéticas específicas y morfológicas o físicas. , rasgos dentro y entre grupos de organismos. A medida que los linajes evolucionan con el tiempo, las mutaciones heredadas dan como resultado trayectorias evolutivas divergentes, creando diferentes grupos de especies, algunas más estrechamente relacionadas que otras.
Relaciones entre especies
Los árboles filogenéticos son extremadamente útiles para representar información sobre las relaciones evolutivas entre los animales existentes. Pueden responder preguntas como "¿hay una serpiente más relacionada con una tortuga o un cocodrilo?" Según un árbol filogenético de estas especies de la Universidad de México, las serpientes están más cerca de los cocodrilos, porque sus ramas convergen en un solo nodo , lo que indica que comparten un ancestro común. Sin embargo, la rama de una tortuga está a dos nodos de distancia, dos antepasados atrás. Los árboles filogenéticos también contribuyen fuertemente al campo de la taxonomía, o la clasificación de las especies actuales. Probablemente el método de clasificación más familiar utilizado se basa en el sistema de Linnea, asignando organismos a un reino, phylum, clase, orden, familia, género y especie. Este sistema no está basado en la evolución, por lo que los biólogos están empezando a utilizar un sistema de clasificación filogenética basado en grupos o clados, representados por los árboles filogenéticos.
Ascendencia y rasgos comunes
Un árbol filogenético puede ayudar a rastrear a una especie a través de la historia evolutiva, bajar por las ramas del árbol y ubicar su ancestro común a lo largo del camino. Con el tiempo, un linaje puede conservar algunas de sus características ancestrales, pero también será modificado para adaptarse al entorno cambiante. Los árboles también identifican el origen de ciertos rasgos, o cuando apareció un determinado rasgo en un grupo de organismos. La Universidad de México proporciona un ejemplo del origen de los rasgos relacionados con la ballena. Según el árbol filogenético, las ballenas y sus parientes (cetáceos) están estrechamente relacionados con un grupo que contiene la vaca y el venado (artiodáctilos), pero solo las ballenas tienen un cuerpo largo en forma de torpedo. Por lo tanto, se concluye que ese rasgo apareció en la rama después de que las ballenas y los artiodáctilos divergieron de su ancestro común. Los árboles filogenéticos también identificaron que las aves son descendientes de los dinosaurios en base a ciertos rasgos físicos comunes, como sus huesos de cadera y cráneos.