Los zorros son conocidos por su comportamiento astuto y tácticas inteligentes mientras cazan. Su apariencia elegante y hermosa, que se asemeja a la de muchos animales domésticos, los convierte en un animal atractivo para intentar domesticar. Sin embargo, domesticar a un zorro es un proceso complejo que solo debería ser intentado por los expertos más expertos. Aunque a veces se puede entrenar a un solo zorro para que se adapte a un entorno doméstico, puede llevar más de 40 años de crianza y entrenamiento del paciente para lograr una camada de crías de zorro domesticadas.
Elija un zorro con un vuelo "bajo" distancia." La distancia de vuelo es la proximidad que el zorro permite entre un humano y él antes de huir. Cuanto más cómodo esté el animal en presencia de las personas, más rápido será el proceso de adaptación. Un zorro salvaje que huye de tu presencia de inmediato y muestra otros signos de miedo, como la agresión, será difícil de entrenar y potencialmente peligroso.
Cria al zorro para una camada de crías que puedes criar a mano. Aunque algunos zorros adultos pueden entrenarse lentamente para responder al contacto humano, comenzar el proceso de domesticación con un cachorro produce los mejores resultados. Maneje a los cachorros con la mayor frecuencia posible, ya que esto los ayudará a adaptarse a la presencia de los humanos.
Alimente a los cachorros con un biberón para que aprendan a depender de los humanos. Manténgalos separados de los zorros salvajes, y exponlos a un contacto humano positivo tanto como sea posible a medida que crecen.
Repita el proceso de cría y crianza de los cachorros de zorro para lograr un zorro que está completamente domesticado. Seleccione de su primera camada a los cachorros que tienen la menor tendencia a huir del contacto humano. Estos zorros deben estar cómodos alimentando con biberón a mano y deben mostrar pocos signos de comportamiento agresivo. Con cada camada, los zorros deben volverse más dóciles. Continuar el proceso durante generaciones puede incluso hacer que los cachorros cambien físicamente. Los cambios en la apariencia pueden incluir ojos más grandes y orejas flojas. Estas adaptaciones son el resultado de la neotenización, la retención de características juveniles en adultos, que es un resultado típico de la domesticación a lo largo de generaciones.