Si se le pide que nombre un animal de Australia, podría decirse que es un oso koala. Al contrario del nombre popular, los koalas no son osos. Son marsupiales arborícolas que se encuentran en los bosques del este de Australia. Su cuerpo marrón difuminado, su gran nariz negra y sus orejas copetudas tienden a conquistar a cualquiera que vea un koala en persona, pero detrás de esa linda cara hay una máquina magra, mezquina, que come eucaliptos. Los koalas son mamíferos altamente especializados con varias adaptaciones físicas únicas que los ayudan a sobrevivir donde la mayoría de los otros animales no pueden.
Sistema digestivo
Su dieta consiste principalmente en hojas de eucalipto, que son altas en toxinas y fibra y bajo en nutrición Los koalas tienen molares puntiagudos para macerar las hojas y facilitar la digestión. Su estómago contiene bacterias especializadas para desintoxicar las hojas. El ciego, que es la primera parte del intestino grueso, absorbe nutrientes y es más grande en los mamíferos herbívoros. Comparado con el ciego de un caballo, que mide 4 pies de largo, el ciego de 8 pies del koala es una adaptación desarrollada para extraer tanta energía de cada hoja como sea posible.
Pies
Los koalas rara vez abandonan el los árboles y sus pies están muy adaptados para trepar troncos y aferrarse a ramas. Cada pata delantera tiene cinco dígitos, dos de los cuales son oponibles como pulgares humanos. Las patas traseras tienen cinco dígitos también, uno es un dígito oponible. Los dígitos segundo y tercero se fusionan para formar un dígito, que se utiliza para fines de aseo. Estas adaptaciones dan al koala un mejor agarre. Las largas garras y los pies acolchados también mejoran los viajes del koala a través del bosque.
Piel
La densa capa del koala lo protege del frío y el calor extremos. Como los koalas no construyen nidos u otros tipos de refugios, el pelo los protege de los elementos, como la lluvia. El pelaje cerca de la grupa es extremadamente denso, por lo que el koala está protegido mientras está sentado en los árboles.
Nariz
La nariz del koala parece relativamente grande para su cabeza, pero es una adaptación necesaria para detectar toxinas en hojas de eucalipto. Los koalas huelen las hojas antes de comerlas y su gran nariz proporciona una mejor evaluación de los niveles de toxinas en cada hoja que una nariz pequeña. Su sentido del olfato también ayuda a los koalas a detectar las marcas de olor de otros koalas.