1. Defina el problema: Identificar claramente el problema. ¿Qué hay que resolverse? ¿Cuáles son los síntomas? ¿Cuáles son las causas potenciales?
2. Generar soluciones: Lluvia de ideas sobre varias posibles soluciones. No se limite inicialmente; El objetivo es encontrar tantas ideas como sea posible.
3. Evaluar soluciones: Analice los pros y los contras de cada solución. Considere la viabilidad, el costo, la efectividad y los riesgos potenciales.
4. Seleccione e implementa una solución: Elija la mejor solución basada en su evaluación y póngala en acción. Monitoree los resultados y haga ajustes según sea necesario.
Este marco es adaptable a varias situaciones, y puede agregar pasos más específicos según sea necesario. Por ejemplo, puede incluir un paso para recopilar información o un paso para reflexionar sobre el resultado.