* Señales externas: Se trata de factores ambientales que pueden influir en nuestra percepción del tiempo, como la presencia de otras personas, el ruido y la música. Por ejemplo, el tiempo parece pasar más lentamente cuando estamos aburridos o esperando en la fila, y parece pasar más rápido cuando nos divertimos o realizamos una actividad que disfrutamos.
* Señales internas: Estos son factores que provienen de nuestro interior, como nuestras emociones, pensamientos y expectativas. Por ejemplo, el tiempo parece pasar más lentamente cuando nos sentimos ansiosos o estresados, y parece pasar más rápido cuando nos sentimos relajados o felices.
* Sesgos cognitivos: Se trata de errores sistemáticos en nuestro pensamiento que pueden afectar nuestra percepción del tiempo. Por ejemplo, la "regla del final del pico" establece que recordamos la parte más intensa de una experiencia (el pico) y el final de la experiencia, y usamos estos dos puntos para estimar la duración total de la experiencia.
Los consumidores suelen utilizar señales externas e internas para estimar un buen momento. Por ejemplo, un consumidor puede utilizar la presencia de otras personas para estimar cuánto tiempo lleva esperando en la cola, o puede utilizar sus propias emociones para estimar cuánto ha disfrutado de una experiencia. Además, los consumidores también pueden utilizar sesgos cognitivos para estimar un buen momento, como la regla del final pico.