1. Dificultades económicas: Los alquileres elevados pueden provocar inestabilidad financiera, lo que dificulta el pago de otras necesidades como alimentos, transporte y atención médica. Estas dificultades económicas pueden tener consecuencias negativas para la salud física y mental, incluido un aumento del estrés, la ansiedad y la depresión.
2. Malas condiciones de vivienda: Los alquileres elevados a menudo significan que las personas tienen que alquilar viviendas en malas condiciones, lo que puede tener efectos negativos para la salud. Las malas condiciones de la vivienda pueden incluir problemas de calefacción, plomería, ventilación e integridad estructural, todo lo cual puede generar un mayor riesgo de enfermedades y lesiones.
3. Falta de acceso a la atención sanitaria: Los alquileres elevados pueden dificultar el pago de la atención sanitaria, que es esencial para mantener y mejorar la salud. La falta de acceso a la atención sanitaria puede provocar problemas médicos retrasados o no tratados, lo que puede tener graves consecuencias para la salud física y mental.
4. Mayor riesgo de problemas de salud mental: Los alquileres elevados también pueden aumentar el riesgo de sufrir problemas de salud mental como estrés, ansiedad y depresión. Esto se debe a las tensiones financieras y los desafíos de vivir en viviendas inasequibles, así como al mayor riesgo de exposición a condiciones de vida inseguras e insalubres.
5. Disminución de la esperanza de vida :Un estudio publicado en la revista "Social Science &Medicine" encontró que las personas que gastan más del 30% de sus ingresos en alquiler tienen más probabilidades de morir prematuramente. El estudio encontró que las personas que gastan más del 50% de sus ingresos en alquiler tienen el doble de probabilidades de morir de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares u otras enfermedades crónicas.