Sin embargo, las personas con pocas habilidades matemáticas pueden enfrentar desafíos para administrar sus finanzas de manera efectiva. Es posible que tengan dificultades para comprender los términos de los préstamos, las tasas de interés y los pagos mensuales, lo que puede conducir a malas decisiones financieras y a un aumento de la deuda. Además, pueden ser más susceptibles a prácticas crediticias abusivas y es posible que no puedan evaluar adecuadamente los riesgos asociados con ciertas transacciones financieras.
Es esencial abordar la educación financiera y las habilidades numéricas como parte de un esfuerzo más amplio para prevenir ejecuciones hipotecarias. Proporcionar programas y recursos de educación financiera puede ayudar a las personas a desarrollar las habilidades y el conocimiento necesarios para tomar decisiones financieras informadas y administrar sus finanzas de manera efectiva, independientemente de sus habilidades matemáticas.