* El ciclo de roca: Las rocas cambian constantemente a través de un proceso llamado ciclo de roca. Las rocas metamórficas se forman cuando las rocas existentes (rocas ígneas, sedimentarias o incluso otras rocas metamórficas) están sujetas a intenso calor y presión profundamente dentro de la corteza terrestre.
* La fusión es clave: Para convertirse en roca igraña, una roca debe derretirse en el magma (roca fundida). Las rocas metamórficas, aunque sometidas a calor y presión, no necesariamente alcanzan el punto de fusión.
* La transformación: Para que una roca metamórfica se vuelva igraña, necesita:
* Melt: Esto generalmente ocurre cuando la roca se subduce (empuje hacia abajo) hacia el manto donde las temperaturas son lo suficientemente altas como para derretirla.
* Cool y cristalizar: El magma luego se eleva a la superficie o se enfría dentro de la tierra. A medida que se enfría, se solidifica y cristaliza, formando rocas ígneas.
En resumen: La transformación de la roca metamórfica a la roca ígnea implica la fusión, seguida de enfriamiento y cristalización. No es una transformación directa sino un paso en el ciclo de roca en curso.