1. Hierro (Fe): El manto es mucho más denso que la corteza, y esta diferencia se debe en gran medida a la mayor abundancia de hierro en el manto.
2. Magnesio (MG): Las rocas del manto son ricas en minerales ricos en magnesio como la olivina y el piroxeno, que son relativamente raras en la corteza.
3. Calcio (CA): Similar al magnesio, el calcio es más abundante en el manto debido a la presencia de minerales como la plagioclasa y el piroxeno.
4. Silicon (Si): Mientras que el silicio está presente tanto en la corteza como en el manto, el manto tiene una concentración general más alta debido a su composición de minerales de silicato.
5. Níquel (NI): El níquel es un componente significativo del manto, a menudo que se encuentra en el núcleo de hierro-níquel. Es relativamente escaso en la corteza.
Por otro lado, las rocas de la corteza tienden a tener mayores cantidades de:
* Aluminio (AL): Las rocas de la corteza, particularmente las rocas felsicas, son más ricas en aluminio.
* sodio (na) y potasio (k): Estos elementos son más comunes en la corteza, especialmente en la corteza continental, que contribuyen a la formación de minerales como el feldespato y la mica.
Por lo tanto, mientras tanto la corteza como el manto contienen elementos similares, sus proporciones y composiciones minerales específicas difieren enormemente, lo que lleva a las distintas características de cada capa.