Es un cuerpo de agua notoriamente áspero, conocido por sus fuertes vientos, grandes olas y un clima impredecible. Es el pasaje más estrecho entre América del Sur y la Antártida, que conecta los océanos Atlántico y Pacífico.
Es una ruta importante para los barcos que viajan hacia y desde la Antártida, pero sus condiciones desafiantes lo convierten en un pasaje peligroso incluso para los marineros más experimentados.