Erosión:
* abrasión: Las rocas chocan constantemente entre sí y el lecho del río, lo que hace que se desgasten y se vuelvan más suaves. Esta es una fuerza importante para dar forma a los lechos del río.
* Corrosión: Las reacciones químicas entre el agua y la roca pueden disolver minerales, creando pozos y grietas en la roca. Este proceso es más pronunciado en aguas ácidas.
* Acción hidráulica: La pura fuerza del agua puede romper las rocas, especialmente en curvas o cascadas.
Transporte:
* suspensión: Las partículas de roca más pequeñas, como la arena y el limo, se transportan en la columna de agua.
* Saltation: Las partículas más grandes, como guijarros y grava, rebotan a lo largo del lecho del río.
* tracción: Las rocas más grandes se enrollan o arrastran a lo largo del lecho del río.
Deposición:
* A medida que el agua se ralentiza, pierde energía y ya no puede transportar todo el sedimento que estaba transportando. Esto conduce a la deposición de rocas en diferentes tamaños.
* Clasificación: El proceso de deposición a menudo clasifica rocas por tamaño, con rocas más grandes depositadas primero y más pequeñas más aguas abajo.
Otros efectos:
* redondeo: La constante abrasión y el transporte pueden redondear los bordes de las rocas, haciéndolas más suaves.
* pulido: La fricción de las rocas entre sí puede pulir las superficies de las rocas, dándoles una apariencia brillante.
Efectos a largo plazo:
* La erosión continua, el transporte y la deposición de rocas pueden tallar cañones, crear cascadas y dar forma a los paisajes enteros.
* La meteorización y la erosión de las rocas también pueden liberar nutrientes en el agua, apoyando la vida acuática.
En resumen, el agua que fluye es una fuerza poderosa que puede alterar dramáticamente la forma, el tamaño y la composición de las rocas. Este proceso constante es esencial para dar forma a la superficie de la Tierra y mantener un ecosistema dinámico.